Y no nos vamos a extender más con esto porque no viene al caso. Lo demás es por todos conocido y los libros de historia están repletos de información al respecto. A donde quería llegar es que tras el triunfo de la Revolución cubana, la cultura se reorganiza y dentro ella, el papel de los cómics también. Uno de los efectos más inmediatos es el rechazo de los superhéroes y la convicción de que de la propia realidad provienen los héroes del pueblo. Es decir, los revolucionarios que expulsaron al dictador Batista. Los mismos que alfabetizaron a la población en 1961 y repelieron, el mismo año, el intento de invasión en la Bahía de Cochinos o Playa Girón por agentes de la contra-revolución con la ayuda de la CIA. Los héroes o incluso los superhéroes no tenían que buscarlos los cubanos de a pie en historias fantásticas. Los dirigentes de la Revolución junto con multitud de artistas, se esforzaron por hacer entender esto a la población. Como ejemplo, la tira de Chago aparecida en el diario Revolución donde claramente se desestiman los superhéroes que están en el terreno de la fantasía, por el verdadero héroe que reside en el terreno de la realidad.
sábado, 9 de febrero de 2008
Superhéroes made in Cuba
¿Cuáles son los atributos que definen a un héroe de historieta? Todos tenemos en mente multitud de héroes o, sobretodo superhéroes, la gran mayoría norteamericanos. No en vano, la poderosa industria de comics made in USA ha producido los superhéroes más famosos de la historia: ya sea de manera individual (Superman, Batman, Spiderman…) o colectiva (X Men, The Avengers…). La lucha contra el mal, dentro de sus vastísimos límites, podría definir lo que es un superhéroe. Si olvidar, que el sujeto en cuestión, tiene unas capacidades físicas o mentales que no están al alcance del común de los mortales. Superman es el caso paradigmático de “superpoderes”. En cambio, Batman, representa el nivel óptimo en la preparación física y mental de un ser humano…¿normal? Muy normal no es que sea Batman, pero entramos en el juego y nos creemos que es una persona como cualquiera que pudiera caminar por la calle, solo que ha trabajado su cuerpo y su inteligencia hasta cotas de excelencia.
Y no nos vamos a extender más con esto porque no viene al caso. Lo demás es por todos conocido y los libros de historia están repletos de información al respecto. A donde quería llegar es que tras el triunfo de la Revolución cubana, la cultura se reorganiza y dentro ella, el papel de los cómics también. Uno de los efectos más inmediatos es el rechazo de los superhéroes y la convicción de que de la propia realidad provienen los héroes del pueblo. Es decir, los revolucionarios que expulsaron al dictador Batista. Los mismos que alfabetizaron a la población en 1961 y repelieron, el mismo año, el intento de invasión en la Bahía de Cochinos o Playa Girón por agentes de la contra-revolución con la ayuda de la CIA. Los héroes o incluso los superhéroes no tenían que buscarlos los cubanos de a pie en historias fantásticas. Los dirigentes de la Revolución junto con multitud de artistas, se esforzaron por hacer entender esto a la población. Como ejemplo, la tira de Chago aparecida en el diario Revolución donde claramente se desestiman los superhéroes que están en el terreno de la fantasía, por el verdadero héroe que reside en el terreno de la realidad.
Y no nos vamos a extender más con esto porque no viene al caso. Lo demás es por todos conocido y los libros de historia están repletos de información al respecto. A donde quería llegar es que tras el triunfo de la Revolución cubana, la cultura se reorganiza y dentro ella, el papel de los cómics también. Uno de los efectos más inmediatos es el rechazo de los superhéroes y la convicción de que de la propia realidad provienen los héroes del pueblo. Es decir, los revolucionarios que expulsaron al dictador Batista. Los mismos que alfabetizaron a la población en 1961 y repelieron, el mismo año, el intento de invasión en la Bahía de Cochinos o Playa Girón por agentes de la contra-revolución con la ayuda de la CIA. Los héroes o incluso los superhéroes no tenían que buscarlos los cubanos de a pie en historias fantásticas. Los dirigentes de la Revolución junto con multitud de artistas, se esforzaron por hacer entender esto a la población. Como ejemplo, la tira de Chago aparecida en el diario Revolución donde claramente se desestiman los superhéroes que están en el terreno de la fantasía, por el verdadero héroe que reside en el terreno de la realidad.
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4 comentarios:
El tebeo estaba vivo asimilaba y socializaba. Era un agente social, tan bueno y tan malo como cualquier otro.
¡Qué miedo me da lo del Pato Donald! Me quedo con el artículo de Jodorowsky sobre el zen en el Pato Donald.
Ismaelotov, el portador de la cerilla prometeica.
Exacto ni tan bueno ni tan malo. Pero el marxismo lo entendió como producto propio de la ideología burguesa y el estigma que le cayó fue de tres pares de pepinos.
El libro del Pato Donald es buenísimo. Cierto que un tanto pasado de ondas, ha llovido desde el año 1972 pero muchas cosas de las que decían los autores todavía tienen bastante sentido.
Un saludo!
Interesting post +1000
.
Que interesante, me he encontrado con tu blog buscando informacion sobre el comic latinoamericano y me ha encantado, lo he guardado en mi lector de feeds. Gran articulo, ahí te lo voto en Divoblogger para que más gente te visite. Un abrazo desde el Neoverso. ¡Nos leémos!
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