sábado, 30 de agosto de 2008
BlogDay
Vamos a celebrar el BlogDay como han propuesto por ahí recomendando cinco blogs. Aquí van mis recomendaciones:
Generación Y. No es de historietas. El blog de Yoani Sánchez se ha convertido en poquísimo tiempo en todo un fenómeno en la red, Premio Ortega y Gasset 2008. La visión crítica de Yoani, el día a día en Cuba, su cuidada prosa, son virtudes más que suficientes para darse una vuelta (digital) por La Habana.
Entendiendo el caos. En este caso, otro cubano, Gustavo Rodríguez Rodríguez (Garrincha), humorista gráfico que reside en Miami. Se pueden ver varias de sus colaboraciones en el blog y además, supone otro contrapunto a la labor del artista en Cuba.
Tebeosfera. Bueno, vale, recomendar Tebeosfera es redundante, sí. Pero no importa quiero recomendarla otra vez. Anda, si tampoco es un blog...Bueno, ¡que da igual! Están comenzando una segunda época y es la mejor noticia relacionada con la historieta del año.
Peripecias de Chiquirritipis. Rotebor nos está enseñando toda una parte de la historieta y la ilustración argentina que en esta parte del Atlántico desconocemos. Al menos, yo la desconozco. Muy buena labor.
68 Revoluciones. Nos vamos para Colombia. Diego Guerra (diegogue) ha conseguido crear una muy interesante página cultural donde se dedica un buen espacio a la historieta. Oye, ¡que tampoco es un blog! Bueno, mira, mejor lo dejamos. Mira que era sencillo seguir las instrucciones, blogs, tienen que ser blogs, en fin...
Caligrama acróstico bloguero
Una suerte de B uceo
por L ugares
divers O s:
BLOG: Pasen y vean.
Sperman de Roberto Fontanarrosa
Esta historieta de Sperman, "La mujer de hielo" apareció publicada en Fierro n.8
viernes, 29 de agosto de 2008
El Hombre araña de Víctor de la Fuente ¿?
Sorprendente descubrimiento. Según leo en Cómics en extinción Víctor de la Fuente pudo dibujar en 1944 un hombre araña hispano muy anterior al Spiderman de Stan Lee y Steve Ditko. De confirmarse, sería una más de las maravillas creadas por Víctor de la Fuente, que contaba tan sólo con 16 años cuando pudo hacer este tebeo. La noticia, que al parecer surgió en mayo de 2007, es verdaderamente curiosa, aunque habrá que confirmar su veracidad.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Leviathan
Un buque de una milla de largo. De hecho, el mayor buque de la historia de la humanidad: Leviathan. Un bloque que desafía a la razón, con parques, cines, edificios, salas de baile, incluso un zoo. 28.000 pasajeros y 2.000 tripulantes con destino a New York. Pero nunca llegará. El navío se pierde en el camino, se pierde espacial y temporalmente. Lleva años perdido y los habitantes de esta pecualiar "ciudad" deben seguir con sus vidas. Deben sobrevivir. En medio de esta pesadilla algo está despellejando a los pasajeros de primera clase. No es que sea una novedad que muera gente en Leviathan, todas las semanas mueren personas pero no de manera tan bestial y nunca son pasajeros de primera.
Por ello se recurre al Sargento Lament para que averigue y termine con las muertes. El planteamiento inicial debo reconocer que me pareció de lo más interesante. Tengo predilección por las historias situadas en lugares distópicos. Me apasiona Ciudad de Jiménez y Barreiro por ejemplo. Sin embargo también confieso que el desarrollo de la trama fue perdiendo mi interés. Creo que es una historia bien esbozada y peor desarrollada. Con tintes orwellianos, la historia de Leviathan se despliega al puro estilo de género negro, salvo por el devaneo fantástico que cobra demasiado protagonismo en la segunda parte de la obra. Mejor si se hubiera quedado en el género negro. El horror es más palpable cuando su ausencia se muestra más presente. Como en El reductor de velocidad de Christophe Blain, en la que el autor sabe sacar partido del miedo a lo desconocido, de la angustia laberíntica de otro buque. En la obra de Blain el buque consigue ser un protagonista más corpóreo si cabe que en la obra de Edginton y D'Israeli. En esta última se desaprovecha la potencialidad de un espacio opresivo que en lo temático podría haber dado mucho más. Y pese a todo, la obra se deja leer, con gusto.
Leviathan, obra de Ian Edginton y D'Israeli fue serializada primero en 2000 AD en el 2003, seguida por tres historias más enmarcadas en el mismo universo.
Malditos pingüinos
El mundo animal está patas arriba. A los tiernos conejitos suicidas se han sumado ahora estos pingüinos cabroncetes. ¿Qué será lo siguiente? ¿Morsas psicoanalistas?¿Cucarachas sindicadas por una vivienda digna?¿Palomas asesinas?
Incluso se les ha grabado en vídeo. Cuidado.
martes, 26 de agosto de 2008
La historieta argentina: un vistazo a la industria
Un interesante artículo publicado en el diario argentino Página12, ofrece una panorámica de la industria de la historieta en ese país. Rubén Meriggi, Martín Casanova, Pablo Muñoz y Thomas Dassance dan cuenta de los avances y de las dificultades que presenta hoy la publicación de comics nacionales.
A través de cuatro editoriales argentinas del momento, Thalos de Rubén Meriggi, Domus de Martín Casanova, Exabrupto de Thomas Dassance y Deux Studio de Pablo Muñoz, podemos hacernos una idea de por dónde van las líneas editoriales del momento y cómo es su salud.
Para seguir con este tema, aquí otro artículo de la revista veintitrés sobre la actividad comiquera en Mendoza: Humor y cultura en viñetas.
(Gracias, Emilse)
lunes, 25 de agosto de 2008
Comics & Culture
Una de las preguntas que debe abordar cualquier investigador en cualquier disciplina a la hora de acometer un estudio concreto es la cuestión del marco teórico. La elección de un determinado marco teórico, junto con una determinada metodología puede determinar en gran medida el éxito o el fracaso de una investigación. El campo de la historieta no es obviamente una excepción a este respecto. Por eso tiene tanta valía el libro que quiero comentar hoy. Comics & Culture. Analytical and Theoretical Approaches to Comics es una antología de ensayos basados en la conferencia Comics & Culture que tuvo lugar en la Universidad de Copenhagen del 24 al 26 de septiembre en 1998. Editado por Anne Magnussen (especialista en la historieta hispánica) y Hans Christian Christiansen, el volumen ofrece una amplia diversidad de artículos tanto de investigadores de primer nivel (Thierry Groensteen, Roger Sabin, Donald Ault, M. Thomas Inge), como de nuevos investigadores en la materia (Jesper Nielsen, Soren Wichmann, George Legrady, Pascal Lefevre, etc). Aunque esta afirmación queda un tanto anacrónica, habiendo pasado 10 años de aquella conferencia. Muchos de aquellos jóvenes investigadores son ya reputados profesionales de la materia, como la propia Anne Magnussen.
La introducción al volumen, a cargo de los dos editores, es un interesantísimo repaso de los posibles marcos teóricos a los que se puede acoger el investigador cuando analiza une espectro de la historieta. Desde las perspectivas estructuralistas, pasando por la perspectiva psicoanalítica, el lenguaje cinematográfico, la crítica Marxista o los enfoques postmodernos o postestructuralistas sin olvidar los estudios culturales, de larga tradición ya en EE.UU. o el Reino Unido y que han entrado con fuerza en España desde hace unos años. La historieta, como otras disciplinas artísticas, requiere de una investigación que explore el desarrollo de este medio. Si estamos de acuerdo con la anterior afirmación, debemos tener en cuenta que investigar, además del cotejo de fuentes, datos y el consiguiente análisis, debe encuadrarse dentro de un determinado marco téorico que guíe y sirva de apoyo a nuestras tesis. En ese sentido el presente libro es una contribución excelente para comprobar las diversas opciones con las que cuenta el investigador. Pero me viene una duda. Todas las teorías enunciadas arriba son deudoras casi en su totalidad de la crítica literaria. Nos deberíamos plantear entonces si la historieta requiere de un marco teórico propio, porque al final puede que acabemos reconociendo lo que ha afirmado por ejemplo T. Groensteen, que la historieta es un género, dándole un carácter eminentemente narrativo, al lado de la novela o el cuento corto. Sea género o medio (como dice por ejemplo McCloud), lo más importante, desde mi punto de vista, además del largo debate terminológico que acosa a la historieta, es difundir la historieta como manifestación artística y al mismo tiempo dotarla de una industria estable sobre la que cimentarse. En esa línea, la investigación puede aportar su granito de arena.
Comics & Culture: Analytical and Theoretical Approaches to Comics (Magnussen, Anne and Hans-Christian Christiansen, eds)
Copenhagen, Denmark: Museum Tusculanum P / University of Copenhagen, 2000. ISBN 87-7289-650-2.
Indexación:
- Introduction - Hans-Christian Christiansen and Anne Magnussen ... 7
- Why are Comics Still in Search of Cultural Legitimization? - Thierry Groensteen ... 29
- The Crisis in Modern American and British Comics, and the Possibilities of the Internet as a Solution - Roger Sabin ... 43
- America's First Comics? Techniques, Contents, and Functions of Sequential Text-Image Pairing in the Classic Maya Period - Jesper Nielsenn & Søren Wichmann ... 59
- Modular Structure and Image/Text Sequences: Comics and Interactive Media - George Legrady ... 79
- The Importance of Being 'Published': A Comparative Story of Different Comics Formats - Pascal Lefèvre ... 91
- Comics and Film: A Narrative Perspective - Hans-Christian Christiansen ... 107
- "Cutting Up" Again Part II: Lacan on Barks on Lacan - Donalt Ault ... 123
- Popaganda: Superhero Comics and Propoganda in World War II - Chris Murray ... 141
- From Ahab to Peg-Leg Pete: A Comic Cetology - M. Thomas Inge ... 157
- Weird Signs. Comics as Means of Parody - Ole Frahm ... 177
- The Semiotics of C. S. Pierce as a Theoretical Framework for the Understanding of Comics - Anne Magnussen ... 193
- What if the Apocalypse Never Happens: Evolutionary Narratives in Contemporary Comics - Abraham Kawa ... 209
- 2000AD and Hollywood: The Special Relationship between a British Comic and American Film - James How ... 225
- Contributors ... 243
domingo, 24 de agosto de 2008
Mítico
Emocionado todavía por la plata de España en baloncesto, sin uñas ya, re-que-te-cabreado con RTVE por poner en su puñetera página web que "puedes seguir el partido en directo AQUÍ" y luego tu tía. Pero bueno, gracias a la gente del Carrusel Deportivo he estado en esa final mítica de baloncesto español.
Emocionado, digo, se me vuelven a poner los pelos como escarpias con el pedazo de artículo de Manuel Rivas dedicado a otra mítica figura, esta vez de la historieta, el señor Héctor Germán Oesterheld, desaparecido junto a sus cuatro hijas por la infame dictadura de la Junta Militar que destrozó Argentina de 1976 a 1983.
viernes, 22 de agosto de 2008
ImageTexT dedica un especial a Neil Gaiman
La revista digital (y gratis, ojo) ImageTexT. Interdisciplinary Comics Studies, elaborada desde el Departamento de Inglés de la Universidad de Florida, dedica su nuevo número a la obra de Neil Gaiman. Una iniciativa estupenda la de esta revista, encabezada por Donald Ault, que vio la luz en 2004. Tras las conferencias de 2002 y 2003 dedicadas por entero a los cómics, Ault empezó a trabajar para poder convertir en texto accesible aquellas jornadas sobre la historieta. El sueño que tuvo en su momento Will Eisner de poder asistir a unas jornadas sobre la historieta auspiciadas por una Universidad se ha convertido en realidad en la Universidad deFlorida. Recordemos que en España no nos quedamos atrás a este respecto, ahí está la Unicómic de la Universidad de Alicante que va ya por la décima edición.
ImageText acepta artículos de investigación en inglés una vez hayan pasado la consiguiente revisión o peer-review. La revista aparece indexada en MLA International Bibliography desde 2005.
miércoles, 20 de agosto de 2008
Podrían haber sido familia
Leer a Bukowski sin duda marcó un antes y un después en mi apreciación de la literatura. Obras como Mujeres, Factotum, Pulp, Escritos de un viejo indecente, Erecciones eyaculaciones, exhibiciones o la última novela del viejo Hank, El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco (deliciosamente ilustrada por Crumb) dan cuenta de lo que para Bukowski era el ejercicio literario. Martillear la máquina hasta que explote. Largas horas (siempre de noche) frente a la máquina y con el whisky al lado, hasta quedarse vacíos, escritor y botella.
Estaba revisando uno de los últimos álbumes publicados por Robert Crumb, The Sweeter Side of Robert Crumb (2006), allá en su apacible retiro francés. La faceta paisajística es sin duda la menos conocida de Crumb.
lunes, 18 de agosto de 2008
¡Que no te entiendo leche!
Lo acabo de ver en La Cárcel y me he partido de risa. Y conseguir eso cuando uno está acabado de levantar, tiene mérito. Ale, ya me dirán.
domingo, 17 de agosto de 2008
Las dichosas fotos
Estoy torcidito. Ayer, que si la reseña de El País. Y para colmo la chorrada de las fotos rasgándose los ojos. Ale, venga a salir fotos de selecciones españolas haciendo la tontería. Pero lo que es el colmo es la pléyade de declaraciones de los "políticamente correctos" en USA. Que si Gasol tiene que pedir disculpas, que si es una falta de respeto, que si la gran comunidad asiática de Los Ángeles, bufff. Y todo porque un periodista deportivo inglés hizo saltar la liebre al filtrar las imágenes. Y ya estamos recordando lo de Luis Aragonés, los gritos en un partido amistosa contra algunos jugadores negros de la selección inglesa, el meollo de Hamilton en Barcelona...Vale, las fotos no han sido un acierto (el patrocinador de marras es un lince el tío), ¡pero no nos pasemos!
Por mi parte, me quedo con Santi Orúe, ale, ¡chuparos ésa!
sábado, 16 de agosto de 2008
Y dale con las comparaciones
Lo que sí estoy en disposición de criticar es el título del artículo "Goya como un cómic oscuro". En principio, nada negativo en esa frase. Pero cuando llegamos a este párrafo, que es el que relaciona el título y la comparación del montaje con el cómic, ya la cosa no está tan clara:
Refugiada en lugares comunes, la obra Goya, el sueño de la razón produce monstruos recurre a imágenes soportadas por un amplio aparato audiovisual (muy bien realizado en lo estrictamente técnico por Álvaro Luna), que manipula en exceso la obra del pintor aragonés hasta convertirla en una especie de cómic oscilante. Así, se mezclan las imágenes, se cambian las composiciones originales, se hace bailar a ciertos dibujos y hasta se hacen collages con los rostros del Aquelarre.
Obviamente, habría que ver el espectáculo para saber a qué se refiere con eso de "una especie de cómic oscilante". Lo que me llama la atención es que de toda la crítica que realiza el articulista, de todas las pegas que le ve al montaje, los diversos errores en la coreografía, en el uso de unas castañuelas metálicas, etc, etc, parece que lo que resume el citado (y al parecer pobre) montaje de Miguel Ángel Berna es que se parece a un cómic. A un cómic oscuro. Si esto no es vender noticias soltando carnaza, ya me dirá usted. ¿No había otra forma de titular esta reseña? ¿Realmente el titular da buena cuenta del texto de Roger Salas? A fé que no. Si alguien ha estudiado un poco de periodismo sabrá que de los titulares muchas veces cada una hace de su capa un sayo. Este titular sí es pobre. Muy pobre. Ni resume la reseña, ni aborda el texto en su esencia, ni siquiera es afortunado en la comparación. ¿O sí? Porque si lo que pretendía el autor era rasgarse las vestiduras ante un ataque (de tintes posmodernos) a la obra de Goya y relacionarla con un ¿género menor? ¿medio? como el cómic, entonces lo ha conseguido. Lo que pasa es que uno está ya bastante curadito en salud ante estas comparaciones y, sinceramente, me la traen al pairo.
viernes, 15 de agosto de 2008
Origen y desarrollo de los globos o bocadillos
Por la casa de Pepo Pérez (Con C de arte) andamos debatiendo sobre un tema que no es nuevo y que pese a todo, todavía presenta varias lagunas y alguna que otra confusión. Me refiero a la historia de los bocadillos o globos, como prefieran llamarlos. Así como se tardó lo suyo en corregir esa afirmación a la ligera de que el cómic en sentido moderno nació con el Yellow Kid de Richard Outcault, algo parecido ocurre con la "invención" del bocadillo. Tampoco es mérito de este excepcional artista la creación o el uso generalizado del bocadillo en las tiras cómicas. Hacía referencia Pepo a un artículo de Thierry Smolderen en el Comic Art n.8 (verano 2006) titulado "Of Labels, Loops, and Bubbles. Solving the historical puzzle of the speech balloon". El texto de Smolderen es un ensayo de tres pares de pepinos que deja pocas dudas sobre el origen del bocadillo y su vinculación con las filacterias medievales, pasando por las ilustraciones satíricas de los siglos XVIII y XIX, hasta llegar a principios del siglo XX, cuando una serie de inventos tecnológicos (la invención del fonógrafo de Edison en particular) abren nuevas posibilidades para la representación del habla en las historias contadas a través de imágenes.
Smolderen hace lo que hasta ahora (aunque no estoy seguro, corríjanme por favor) creo que nadie había hecho y es explicar las distintas funciones de las filacterias medievales, los labels de la prensa satírica inglesa del XVIII y XIX y el contexto en el cual se crearon. Dice Smolderen que desde el siglo XVII y hasta las litografías de Currier e Ives de 1860 la gran mayoría de las imágenes satíricas en las que aparecían estas etiquetas (con forma de pergamino) en el contexto anglosajón eran alegóricas en su naturaleza y procedían de la fascinación del Barroco por los emblemas. Las construcciones alegóricas (sigue Smolderen) no contienen nada vivo o natural. Al contrario, existen como los acertijos y los enigmas en una dimension sin espacio ni tiempo, en la que ningún sonido podría transmitirse. Se refiere el autor a que esas etiquetas no representan un acto de habla sino nociones atemporales, eternas, más relacionadas con las enseñanzas alegóricas del Barroco a través de un código de signos (una hermeneútica al fin y al cabo), como ocurría con la representaciones religiosas por ejemplo.
Aquí abajo un ejemplo que por su rareza, resulta interesante. Es de Charles Rees, publicado en el New York Herald en 1902. Los cartuchos o cartelas (el texto al pie de las imágenes) contradice la historia que narran las imágenes y los globos.
Uno de los puntos más interesantes es cuando el propio Smolderen corrige a David Kunzle, cuando este último afirma que en el Popish Plot (circa 1682) de Francis Barlow es el primer ejemplo en el que se utilizan bocadillos de manera consistente. La obra de Barlow es una joya histórica que bien vale la pena estudiar. Sobre el año 1682 se publican estas dos planchas tituladas A True Narrative of the Horrid Hellish Popish Plot, a raíz de un episodio de histeria contraria al Papa, conocido por los historiadores como Popish Plot. Barlow realizó estos dos grabados que en orden secuencial relatan los acontecimientos a través de cuadros de imágenes con texto. Sin embargo, como bien apunta Smolderen, esta obra continúa una tradición que llama "Execution Prints", un género de narrativa pictórica que a nivel impreso recoge toda una liturgia ritual en los procesos de tortura política, enjuiciamiento y ejecución. Esta ritualización de la tortura, el juicio público y la posterior ejecución está magistralmente tratada en el libro del filósofo francés Michel Foucault, Vigilar y castigar.
Me da la impresión de que Smolderen relaciona las "Execution Prints" con algo que nos toca más de cerca, las aucas y/o las aleluyas. No menciona este aspecto Smolderen pero sí dice que Barlow y sus contemporáneos vislumbraron un nuevo medio para contar historias, el juego de cartas, en el que cada carta contenía una imagen de manera muy similar a las secuencias del Popish Plot.
Por tanto, antes de 1900, dice Smolderen, las filacterias se limitaban a enunciar (no contar), por lo que su función era más la de ayudar en el proceso de decodificación del mensaje, que guiar (junto con los dibujos) la lectura a través de actos de habla como ocurre en la historieta actualmente.
No se olvida el autor de la aportación de Topffer ni de la de Outcault, pero recalca que el autor que se encargó de sistematizar el uso de los bocadillos, de una manera diferente a las filacterias, representando actos de habla de cada personaje y no ya la voz del artista-grabador, fue Frederick B. Opper con su Happy Holigan a principios del siglo XX.
Abajo, un ejemplo del artista Harry Grant Dart, publicado el 26 de octubre de 1911 en Life Magazine. El caos visual representa la competencia de mensajes en el espacio urbano. Publicidad, virtuosismo gráfico y sátira social del New York de principios de siglo.
El artículo de Smolderen son 22 páginas profusamente ilustradas. Todo un ejercicio de investigación de uno de los elementos más importantes de la historieta. Desde mi humilde opinión lo mejor que he leído de este asunto.
martes, 12 de agosto de 2008
"HERE" de Richard McGuire
Ware no se anda con tapujos al considerar a McGuire como un genio "Personalmente, creo que es un genio, que transforma cualquier medio en el que trabaja en un lenguaje personal y propio. Lo que dio a cada lector con "Here" fue una mirada personal y única de ver la vida, además de (al menos para este historietista) suponer un cambio en la vida".
Lo que hace McGuire con esta historieta es volar por los aires la idea tradicional de secuencia, de linealidad, de temporalidad, tal y como se estructura la narrativa en sentido clásico. Al estilo de James Joyce, Virginia Woolf o posteriormente Vladimir Nabokov en literatura, que se encargaron de cuestionar los grandes relatos finiseculares con el punto de vista omnipotente del narrador, McGuire realiza una suerte de torrente de conciencia, mezclando pasado presente y futuro a través de un tamiz diferente, el espacio. El lenguaje de la historieta se ha dicho en muchas ocasiones, tiene más que ver con la temporalidad que con el espacio, con la secuencia más que con el lugar. Sin embargo, como ya apuntara Michel Foucault el tiempo ha recibido siempre un trato preferencial por la filosofía en detrimento del espacio, considerado inerte, estático per se. Con "HERE", McGuire funde espacio y tiempo, demostrando posibilidades únicas para el lenguaje de la historieta. Desde millones de años atrás hasta el año 2033, la historia discurre, a través de 6 planchas (¿cuántas viñetas?) con la única constante de un espacio definido y a la vez móvil: el rincón de una casa.
Disfruten.
domingo, 10 de agosto de 2008
sábado, 9 de agosto de 2008
Superman al descubierto
Fantástico documento histórico el que viene en un artículo de Newsarama, sobre la correspondencia entre los editores de DC con los creadores de Superman, Jerry Siegel y Joe Shuster. No tiene desperdicio. Las "recomendaciones" de los editores van desde dibujar un Superman menos gay hasta reducir la tripita de Lois Lane para no meterse en líos con la moral del momento. ¡Lois Lane embarazada de Superman! "Venga, ale, me quitáis ya esa barriguita y ¡quiero cinturita de avispa! ¡¿Me habéis oído!? Bueno, no lo dicen así pero no falta poco.
Los profesionales de Entrecomics han traducido ya una carta y lo seguirán haciendo los próximos días. Qué bien trabaja esta gente.
Para leer la correspondencia original pinchen en la imagen.
(vía Entrecomics)
jueves, 7 de agosto de 2008
La crisis económica según Malagón
Qué bueno, Malagón...
miércoles, 6 de agosto de 2008
Robin Wood. El nombre de la aventura
El número 30 de la Revista Latinoamericana de Estudios Sobre la Historieta viene (como una seña del destino) con un magnífico artículo sobre Robin Wood a cargo de los investigadores Andrés Colmán Gutiérrez y Roberto Goiriz. El título no puede ser más acertado: "Robin Wood. El nombre de la aventura"
Los autores, tras reconocer el obstinado olvido al que ha sido sometido Wood en su patria natal, Paraguay, hasta hace poco más de 8 años, clarifican ciertos datos de su biografía, además de hacer un recorrido detallado de su producción desde su ópera prima, Nippur de Lagash, hasta sus más recientes trabajos. Entre estos últimos se encuentra Warrior-M (dibujada por Roberto Goiriz), Hiras (inicialmente dibujada por rubén Meriggi y luego por los lápices de Goiriz) y Joan (dibujada por Carlos Pedrazzini).
Warrior-M está "ambientada en el futuro cercano, en un mundo arrasado por la contaminación y la barbarie humana." Esta historieta se ha distribuido en el mercado norteamericano, según leemos (noticia de mayo del 2006) en LaNuez, por la editorial Open Book Press, bajo su sello "Smash! Comics"Por otro lado, Hiras, presenta las aventuras del hijo de Nippur de Lagash, que "vive en un mundo poblado de extrañas razas de vampiros , hadas y criaturas de las profundidades." La tercera de las historietas que recogen los dos investigadores es Joan, homenaje a su "ídolo de siempre" Joan Manuel Serrat. Se trata de un "alegre rufián que vive sus aventuras (todas o casi todas deshonestas) durante el período de la Guerra Civil Española." Para ver una nota de prensa con la presentación de estas tres nuevas historietas de Robin Wood en agosto del 2006 en la muestra de humor gráfico e historieta del Paraguay, llamada "Cháke!" pinchar aquí.
Listado que aportan los autores de los más de 50 personajes creados por Robin Wood, con cerca de cuatro mil guiones de historietas escritas y publicadas:
1) Nippur de Lagash
2) Jackaroe
3) Mi novia y yo
4) Big Norman
5) Harry White
6) Los aventureros
7) Pepe Sánchez
8) Los amigos
9) El Cosaco
10) Mark
11) Or-Grund
12) Kayan
13) Aquí, la Legión
14) Chindits
15) Dax
16) Savarese
17) Helena
18) Wolf
19) Gilgamesh
20) Dago
21) Largo Nolan
22) Ibáñez
23) Perú-Rimá
24) Holbeck
25) Mojado
26) Kevin
27) Troels
28) Morgan
29) El Ángel
30) Kozakovitch y Connors
31) Chaco
32) Morten
33) Nan-Hai
34) Port Douglas
35) Anders
36) Amanda
37) Danske
38) Raycon
39) Drácula
40) El Muerto
41) Morgan, el pirata
42) Martin Hel
43) El Ahorcado
44) Los Borgia
45) El Peregrino
46) Starlight
47) Dennis Martin
48) Ronstadt
49) Billy Grant
50) Isabella
51) Joan
52) Warrior-M
53) Hiras, hijo de Nippur
A esta larga lista, aunque incompleta, hay que añadir por lo menos la última creación de Wood, Víctor, que según el rotativo paraguayo Última Hora será editado por Planeta deAgostini y dibujado por Juan Rubí Puig. Pinchar aquí para leer la noticia de febrero de 2008: "El personaje de ciencia ficción fue creado en forma exclusiva para la editorial española Planeta de Agostini. Esta casa editora, una de las más grandes y prestigiosas de España, se encargará de publicar un libro, de unas 200 páginas, sobre el nuevo personaje, que estará ilustrado por un joven dibujante español llamado Juan Rubí Puig." Si alguien tiene alguna información más al respecto se lo agradecería. En la página web de Plantea no registran nada al respecto.
Con dos Yellow Kid a sus espaldas (1997, 2000), todavía en España esperamos que alguna editorial edite la obra Un giorno, un secolo, con la que Wood consiguió su segundo "Oscar" de la historieta. Son diez historias escritas por Wood y dibujadas Massimo Carnevale, Enrique Alcatena, Juan Vanni Zanotto, Domingo Mandrafina, Francisco Solano López, Carlos Gómez, Enrique Breccia, Jordi Bernet, Pino Rinaldi Y Ernesto Garcí Seijas.
Estigmatizado como "comercial" o "bestsellerista" por el también magnífico guionista Juan Sasturain (Perramus) en su libro El domicilio de la aventura, el tiempo inexorablemnete pone a cada uno en su lugar y el de Robin Wood debe estar sin duda en lo más alto de la creación historietística. Desde aquí hago una llamada desesperada a Planeta, Glénat, Panini, Astiberri, Ponent, Sin-Sentido...para que se lancen a la empresa (segura) de reeditar la obra de Robin Wood en España. Considerado por muchos el mejor guionista de historietas (junto con Oesterheld) de la historia, resulta cuando menos sorprendente que sea un gran desconocido en España.
martes, 5 de agosto de 2008
El cómic (normalizado) en vías de extinción
En un artículo para el especial dedicado al cómic del Boletín Galego de Literatura, Ana Merino se refiere a la pérdida del espacio masivo de la historieta, ocupado por otras manifestaciones culturales (o como queramos llamarlo) tales como los videojuegos o simplemente la televisión. Dice la autora: "El cómic infantil del siglo XXI perdió su espacio de popularidad que lo caracterizó y popularizó en el siglo XX. El entretenimiento masivo a través de los videojuegos y la televisión secuestró a la audiencia infantil lectora de cómics" [trad. mía]. Es una agria queja que compartimos todos los que valoramos y disfrutamos con este arte. Sin embargo, una especie de paradoja me viene a la mente. Ayer, estaba leyendo una entrada de Pepo Pérez en Con C de arte en la que directamente hablaba de una (ya conseguida) respetabilidad del medio, en contraposici'on a otras manifestaciones culturales (como los videojuegos) que todavía se consideran como mero entretenimiento. Decía Pepo: "Hoy, convertidos los tebeos en medio respetable, la peste es el cine-videojuego". Si antes las críticas más "ácidas" de la "inteligencia cultural" era comparar una mala película a un cómic, parece que se ha sustituido el segundo elemento (el cómic), por los videojuegos. ¿Quiere esto decir que YA ha conseguido la historieta esa esfera de respetabilidad? Tal vez es que yo soy un poquito pesimista al respecto pero estamos lejos de esa situación. Y todo ello pese a los enormes avances en la normalización del medio, que los ha habido y muchos.
Sin embargo, es cierto que en la actualidad los videojuegos han ocupado el espacio masivo del entretenimiento (y si ocurre desde una temprana edad como es el caso) y del aprendizaje. ¿Se puede aprender algo de los videojuegos? Seguro que sí. ¿Se puede uno tirar horas, días, semanas, meses dándole al botoncito para matar zombis? También. Lo que es innegable es que ahora los videojuegos son los reyes del espacio masivo. Están por todas partes, en cualquier casa hay una videoconsola y lo que es más importante, los referentes sociales del momento, los deportistas de élite (futbolistas principalmente), siempre aparecen en sus concentraciones o en su tiempo libre, dándole al botón. Es una escena recurrente ver a jugadores divirtiéndose con la consola y nunca se les ve hojeando un cómic.
Por lo tanto, ¿qué preferimos respetabilidad o difusión masiva? Ambas cosas, claro. ¿Pero la normalización de la historieta la salvará de su desaparición? Podemos caer en el error de creer que porque la historieta sea respetada ahora mucho más de lo que lo fue décadas atrás, eso se traduzca en una supervivencia (no ya vigencia) del medio. A priori sí, pero los que mandan son los consumidores y estos parece que están orientados decididamente más hacia otros menesteres. Así pues el título de Ana Merino no parece exagerado. Pero Merino va más allá y asegura que uno de los problemas de la decadencia del cómic ha sido justamente su instauración masiva en la sociedad. Al parecer una espada de doble filo. La masificación de la historieta, su uso planfletario en muchas ocasiones, sus motivos recurrentes estereotipados le privaron al medio, según Merino, de una respetabilidad como producto cultural. Así pues, una pescadilla que se muerde la cola. Sin ninguno de estos dos condicionantes, respetabilidad o implantanción masiva, la historieta queda como una especie en extinción.
Eppur si muove.
Desde muchos referentes sociales se habla de una historieta normalizada, aceptada y respetada en nuestro país, entonces ¿es realmente una manifestación cultural en extinción? ¿Es cierto que la audiencia infantil-juvenil se ha perdido en favor de los videojuegos y el cine? ¿Quien lleva entonces los salones de historietas como el de Barcelona? ¿Son todos talluditos treina-cuarenta-cincuentones coleccionistas que acuden a estos eventos rescatando parte de su pasado?
No me queda nada claro, ni la normalización ni la supuesta extinción del medio.
Comic Strips and Consumer Culture 1890-1945
Gordon acuña el término comic art form para referirse a toda aquella producción que consiste en comic strips, caricatura, viñetas editoriales, animación e historietas. Según esta idea, la comic art form se origina en el siglo XVIII cuando los artistas europeos añadieron una narrativa lineal y una expresión caricaturesca a las formas tradicionales de narración en imágenes. No se adentra en este tema pero se está refiriendo a los pliegos de cordel, los cantares de ciego o las imágenes de Epinal en Francia. Según Gordon, el elemento cómico diferencia a este tipo de narraciones gráficas de otras historias contadas con imágenes.
6 capítulos, además de introducción, epílogo y apéndice de circulación de periódicos a principios del siglo XX, junto con el aumento de la población norteamericana, dan forma a un libro que queda completo, razonado, argumetado y perfectamente sustentado con abundante material gráfico y estadístico.
Indexación:
1. From Caricature to Comic Strips: The Shaping of Comic Art as Commodity.
2. Comic Strips, National Culture, and Marketing: The Breadth of the Form.
3. Comic Art and the Commodification of African American Typographies: The Limits of the Form.
4. Comic Strips as Culture: From National Phenomenon to Everyday Life.
5. Envisioning Consumer Culture: "Gasoline Alley" and "Winnie Winkle", 1920-1945.
6. The Comic Book: Comics as an Independent Commodity, 1939-1945.
Epílogo: The Persistence of Comic Art as Commodity.
La hipótesis básica de la que parte el libro es la consideración de esta comic art form como una commodity, esto es un producto, un artículo más de la sociedad de consumo, para lo que traza la genealogía del "objeto" en los EE.UU. desde las revistas ilustradas del XIX hasta su despegue y asentamiento en el mercado comercial y cultural de los primeros años del XX en la prensa escrita (capítulo 1). El destino de este trayecto sería la configuración de este producto como forma indepedepiente con la creación del comic book norteamericano (capítulo 6).
Como era de esperar hay un especial tratamiento de la figura de Richard Felton Outcault y su tira Hogan's Alley (que pronto sería conocida por el público como the Yellow Kid por el protagonismo de este personaje). A través de la lucha sin cuartel entre los magnates Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst por hacerse con los servicios de los más reputados artistas del momento asistimos a la implantación de los comic strips a nivel nacional, con una circulación masiva hacia 1903, no solamente concretada en círculos urbanos. La parte dedicada a Outcault y a los comic strips de Buster Brown (capítulo 2) es fundamental para entender la instauración de una cultura nacional basada en el consumo, además del amplísimo uso que se dio al lenguaje de la historieta con fines publicitarios. Como dice Gordon, Buster Brown fue el vínculo entre las tiras cómicas y el desarrollo de una cultura visual de consumo en los EE.UU. Buster Brown unió entretenimiento con bienes de consumo.
El capítulo 3, dedicado a la objetivización de las tipografías afroamericanas, contiene argumentos muy interesantes. Además de hacer un repaso por los primeros ejemplos de tiras cómicas con protagonistas afroamericanos como Pore Lil Mose (de Outcault) o Sambo and His Funny Noises (obra de William Marriner), en el que queda de manifiesto el arraigo de los estereotipos hacia los negros en USA (durante los 10 años de publicación de la tira de Marriner [1905-1914] sólo 5 ejemplos presentaban un elemento cómico fuera de las nociones estereotípicas asociadas a los afroamericanos), Gordon argumenta que fue Krazy Kat de George Herriman el pionero en mostrar cómo tiras cómicas con animales divertidos podían usar técnicas y temas generalmente asociados con los estereotipos afroamericanos sin en el potencial límite en cuanto a ventas de los personajes negros. Aunque como muy bien apunta el autor, las ventas en Krazy Kat no fueron algo que preocupara excesivamente a Hearst ya que mantuvo la tira por un gusto personal hacia las aventuras de esta extraña pareja. Herriman, cuya partida de nacimiento en New Orleans le asigna la distinción racial de "colored", cuyos padres figuran en el censo de 1880 como "mulattoes", proveniente de una región en los EE.UU. cuya población se dividía en dos grupos muy marcados: descendientes por entero de franceses o españoles o "colored Creoles". Gordon reconoce que sería simplista y muy arriesgado calificar Krazy Kat como una metáfora de la existecia de los negros en la América blanca. Sin embargo, la ambigüa identificación de género, la asociación con la locura, crazy, el intento por parte de Krazy de hacerse rubio/a en un episodio y la propia confusa identidad de Herriman, plantea posibilidades en este sentido que el autor se encarga de poner a la luz.
El capítulo 4, Comic Strips as Culture, explora lo vislumbrado en la sección dedicada a Buster Brown de Outcault, destacando que hacia 1930 las tiras cómicas y las técnicas comunicativas en ellas empledas estaban perfectamente integradas en la vida americana. Por ejemplo, el uso de los bocadillos o globos era un elemento común de la publicidad hacia mitad de la década de los 30.
El capítulo 5 lo dedica el autor a dos comic strips de renombre: Gasoline Alley y Winnie Winkle en las que se puede comprobar cómo el desarrollo de una cultura basada en el consumo de artículos forma parte ya de la vida integral de un americano medio. Para dicho capítulo, Gordon revisó cada ejemplo de Gasoline Alley desde 1918 a 1960 y lo mismo en el caso de Winnie Winkle desde 1920 a 1961. Ciertamente, la combinación de argumentos razonados por parte del autor, además de una cuantificación de material más que respetable, le otorga a este libro un valor muy alto en el estudio de estudio de la historieta durante este período.
El capítulo 6 se centra en el comic book, especialmente en Superman y su valor de marca. A través de la historia del papá de todos los superhéroes, Gordon examina la visionaria compra de derechos a Siegel y Schuster sobre el personaje y la historia, pero subraya también los lucrativos acuerdos que los dos autores consiguieron con la explotación de Superman como producto de consumo. Parece más que razonable que en 1941 Siegel y Schuster estaban más interesados en las posibilidades comerciales de Superman que en recuperar la esencia del personaje o sus derechos sobre el mismo. Consiguieron en esa fecha un acuerdo bastante lucrativo con Harry Donenfield (Detective Comics) por el que trabajarían en exclusiva para DC cobrando 20$ la página y además obtendrían el 5% de los beneficios producidos por la marca Superman. El beneficio económico pudo con la recuperación de la integridad del personaje y es que como apunta el autor, las primeras historias del superhéroe poco tienen que ver con su masiva mercantilización hacia 1941.
En definitiva, un libro más que recomendable para los amantes de la historieta, los interesandos en la publicidad y sociólogos que quieran adentrarse en el establecimiento de la cultura del consumo norteamericana. Esencial para cualquier estudio sobre las tiras cómicas USA.
sábado, 2 de agosto de 2008
Aplicaciones de la historieta en clases de español
Este nuevo curso el departamento de español de la Universidad de Nottingham cambia de manual para las clases de Español I (de los tres niveles que existen puramente relacionados con lengua española). Me he llevado una grata sorpresa cuando le he echado un vistazo al libro Avance (Ed. SGEL-Eduacación, 2002), creado por Concha Moreno, Victoria Moreno y Piedad Zurita. El libro a priori me parece adecuado al nivel, sin embargo lo que me ha sorprendido (o no tanto ya a estas alturas) es que se utilice la historieta y el humor gráfico con bastante frecuencia para actividades en el aula. Es algo de lo que hemos estado hablando por estos fueros en alguna ocasión. Recojo aquí algunos ejemplos que he encontrado en el libro como ejemplo:
1) Ejemplo de Goomer (Ricardo Y Nacho) para praticar el pretérito perfecto.
2) Ejemplo de historieta muda de Quino para practicar "contar historias".
3) Aquí una historieta desordenada. Los alumnos deben ordenar las tiras y además practicar con la descripción de situaciones.
4) El artista cubano Ajubel, desde que se radicara en España, ha colaborado en numerosas publicaciones infantiles, además de en prensa escrita. En este caso, tenemos un primer acercamiento con formas de imperativo y subjuntivo.
5) La actividad en este caso es parecida a la que se propone en la historieta de Quino. La historieta aquí es de Matt.