martes, 5 de junio de 2007

Triste actualidad

Hoy tenía pensado incluir una entrada sobre una autora de cómics pero la actualidad manda y hoy todo queda ensombrecido por la noticia de que el grupo de criminales, malhechores y fanáticos conocido como ETA (que de “Basque separatist group” nada señores de la CNN, ¡ya está bien!) ha dinamitado el alto el fuego permanente que ellos mismos habían declarado. Por si quedaban dudas después del atentado de la T4 (en el que murieron dos personas), ETA vuelve a mostrar su verdadera cara: las capuchas siniestras, la serpiente enroscada en el hacha y el discurso de la violencia.

Un día triste para la sociedad española…y más que vendrán.

Para el recuerdo algunas viñetas que tratan el problema de estos indeseables:

Viñeta de Caín aparecida el 6/02/07 en La Razón







Viñeta de Gallego y Rey aparecida el 6/02/07 en El Mundo

Parece que estas viñetas volverán a poblar los periódicos de España. Ojalá hubiera noticias más felices para que nuestros historietistas nos alegraran el día...


2 comentarios:

huitzilin dijo...

Sí, esta noticia la vi en el New York Times esta mañana. Ahí hablaron con algunos vascos no asociados con ETA, y me pareció curioso que aunque ellos no querían que nadie los asociara con ETA, tampoco querían que nadia los asociara con España, y quedó bastante clara esa parte.

Siento no poner más comentarios, Jorge, pero es que sabes que el cómic no es lo mío. Aun así, te estaré leyendo, y bienvenido a la blogosfera.

Jorge dijo...

Gracias por la bienvenida Lori! Soy un novato en estos lares.

Ayer me quedé de piedra cuando vi la noticia. Es la historia de nunca acabar. Lo de los vascos no-españoles es la típica tontería de los nacionalismos. A mí ya me tienen frito. en vez de intentar crecer y eliminar las barreras o fronteras, hay gente que quiere volver a los tiempos de la Edad Media, con sus reinos independientes. Con la excusa de preservar su cultura. Como si en España viviéramos en una dictadura! Vamos, como si no lleváramos ya 30 años de democracia. En fin, la mar de triste.