miércoles, 16 de abril de 2008

Dinosaurios y barbarie

Hay dos noticias literarias que me han dejado de piedra hoy. La primera es que la Universidad de Oviedo va a alojar la biblioteca y el archivo personal del genial escritor Augusto Monterroso. 14 cajas que suman 5 toneladas y que se van a quedar en España por deseo de la esposa del fallecido escritor.

En 1975 un crítico literario preguntó a Augusto Monterroso qué sensación le producía ser considerado un humorista. La respuesta del escritor fue todo un autorretrato: "Agradable, no por lo de humorista, sino por el hecho de ser clasificado. Me encanta el orden".

La otra me ha dejado helado. Se han descubierto 6 nuevos sermones de San Agustín. Habían permanecido en una biblioteca de la ciudad alemana de Erfurt, durante 6 siglos. Soy un admirador de la obra de San Agustín y cuento entre mis libros favoritos La Ciudad de Dios por el compendio de historia clásica que contiene, las disquisiciones filosóficas y la soltura de San Agustín en el dominio de la retórica. Este último aspecto, su absoluta maestría de la retórica sentó las bases en la Edad Media sobre cómo se debería utilizar las ricas posibilidades del lenguaje. Dice la noticia que en uno de los sermones San Agustín cuestiona la resurrección ¿?

Desde luego lo de San Agustín fue como para escribir no sé cuántos libros…pero sobre su vida. Desde sus coqueteos con la secta de Mani, los maniqueos, hasta su desencanto y retorno a la fe cristiana. Desde su vida disoluta ( y su numerosa descendencia, se especula) hasta su conversión y entrega al estudio y la escritura. Sus estudios en Roma y la constatación de que el mundo civilizado, se desmoronaba con el saqueo por parte de los bárbaros, de la ciudad eterna. Y en medio de ese momento único de la historia de la humanidad, escribió la mastodóntica obra La Ciudad de Dios, argumentando cómo Roma estaba dentro de los designios de Dios y estableciendo un diálogo, un continuum entre la filosofía clásica, en especial Platón, y la fe cristiana. Ante el vértigo de la destrucción, ante la barbarie que asolaba el enfermizo Imperio Romano, San Agustín se encargó de dejar un legado de esperanza y de saber para las futuras generaciones.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

San Agustín es una de las figuras más fascinantes de la Edad Media. También se encuentra entre mis filósofos favoritos.

Curioso que aparezcan a estas alturas esas obras...

Monterroso es un escritor también muy interesante.

Cuando despiertes, procura que el dinosaurio siga ahí. ;-D

Impacientes Saludos.

Jorge dijo...

Es increíble que se descubran obras "perdidas" de un filósofo de la importancia de San Agustín. La de textos que debe haber sepultados por otros textos, cogiendo polvo, esperando que alguien los rescate...Alucinante. La biblioteca de Borges se me antoja...pero la Biblioteca Perdida!

Un saludo Pablo.