domingo, 10 de junio de 2007

Barcelona


Este fin de semana estuve en Barcelona y, como no podía ser de otra forma, cumplí con varios rituales sagrados: fui a cenar a Can Culleretes (el 2º restaurante más antiguo de España, data del 1786, (¡qué bueno está todo por favor!), caminé por las ramblas (si se puede decir así, porque más bien te vas chocando con gente que te habla en cualquier idioma imaginable menos en catalán o castellano), me tomé un Bloody Mary en un lugar del barrio gótico que hacen unos combinados fantásticos (desde que lo probé soy adicto) y, por supuesto, fui a mi tienda de cómics preferida en la ciudad condal Continuará.

Esta tienda es alucinante, lleva tantos años como Futurama en Valencia (más de 25 que se dice pronto) y la variedad y CANTIDAD de cosas que tienen es de pasmo. Siempre encuentras fanzines de saldo o revistas que pasaron a mejor vida y que puedes recuperar allí. Tienen tanto cómic europeo (sobretodo francés) como americano y manga. Me gusta especialmente porque hay bastantes cosas de cómics latinoamericanos. Y precisamente encontré un libro sobre el humor gráfico en Uruguay que tiene buena pinta. Al parecer, la Universidad de Alcalá de Henares, que edita el libro, es una institución pionera en España por su investigación del humorismo gráfico. Ya os contaré qué tal está.

Además, me compré también por la gratificante suma de 4 euros (no me lo creía ni yo) el cómic recopilatorio que se editó para honrar a las víctimas del 11-M: 11-M: Once miradas. Siempre lo había visto en la Fnac por 30 euros y como que era “pelín” demasiado. Hay historias muy buenas pero otras me dejan un tanto indiferente. Como todo, supongo. Pero fue una iniciativa bonita y es un documento gráfico de lo más interesante (al menos, para mí).

Y ahora, me voy a poner mi traje de los domingos, me repeinaré hacia atrás y saldré con paso firme a participar con mi hermandad de los Caballeros del Santo Clavo Incrustao porque sí, señores, hoy es el día del Corpus y uno no puede faltar a sus obliogaciones caballerescas.

4 comentarios:

Mario Alba dijo...

Parece que no sólo te lo pasaste estupendamente, sino que tuviste una oportunidad de oro para hacerte con Sky Doll. Como confío en que lo compraste, ya me dirás qué tal está ;)

huitzilin dijo...

Siempre que me cuentan las visitas a Barcelona, me muero de envidia porque yo sólo he visto la ciudad desde el aire. Y me tomé un café en el aeropuerto. Ya está. Pero tengo muchas ganas de pasar unos días en Barcelona. Como aparecen referencias a viajes a España cada par de meses en el New York Times, me he fijado en que en muchos artículos dicen cosas como "Todos dicen que Barcelona es la ciudad más divertida y más interesante de España, pero también vale la pena viajar a ______". Bueno, algún día.

Jorge dijo...

Sí que lo pasé bien. Me gusta Barcelona, aunque no es tan "cool" como uno podría pensar (y con esto respondo a Lori). Hay miles, millones de turistas y eso hace difícil la simple circulación de viandantes. Por otro lado, como buena ciudad cosmopolita que es, tiene una diversidad artística alucinante y se agradece. Y sí además una guía te indica sitios interesantes para cenar, ya tienes el fin de semana completito. Vamos, que sí lo pasé bien.

Y claro que...no he comprado Sky Doll...todavía :)

Mario Alba dijo...

Hahahahaha.