Mini diario inglés # 3

El fresquito ha llegado en todo su esplendor a Nottingham en forma de viento que te deja la nariz congeladita y las manos más moradas que una butifarra. Y es solo el principio. Lo mejor está por llegar.

El otro día estaba fotocopiando un artículo del Journal of Popular Culture sobre el humor gráfico de Peridis durante la transición, en sus tiras de El País. Mientras estaba pasando páginas un tipo vio alguna copia y se paró cuando salía de la imprenta. Me preguntó si me interesaban los cómics y le dije que sí. Estuvimos hablando un rato sobre las tiendas de cómics en Nottingham (las dos que hay) y me comentó que él estaba preparando un curso para el año que viene sobre la narrativa en el cómic. Cojonudo pensé yo. Me encantaría ir a ese curso, le dije. El profe se llama Neil Curtis y es del departamento de Teoría Cultural. Me dijo que me pasara para hablar un rato cuando tuviera tiempo.

Ayer, tuve una reunió con mi director de tesis, un tipo cojonudo y de una inteligencia muy fina. Supongo que le estoy cogiendo cariño. Más me vale porque voy a trabajar con él durante 3 añitos como poco. Estuvimos hablando sobre la orientación de la tesis y cosas así. Pero me comentó que el lunes iba a dar una clase en su curso sobre Teoría Cultural en Latinoamérica en el que iban a revisar a Nestor García Canclini, un teórico bastante famoso principalmente por su libro Culturas Híbridas sobre Latinoamérica. Y como parte de la clase, van a ver el ejemplo de Inodoro Pereyra, el cómic de Fontanarrosa. Me pareció cojonudo y por supuesto que iré a la clase a ver cómo usan el cómic en el tema del hibridismo. No se trata de proponer el cómic como un híbrido sino de ver un ejemplo de la cultura popular en el que se pueden ver características de eso que llamaba Canclini, el hibridismo. Bueno, cuando me enteré ya lo contaré por aquí.

Por lo demás, sigo metiendo mano (jeje) a la colección sobre textos de Cuba que tiene la Uni. Muy interesante. Estoy leyendo periódicos de los años 60, justo después de la Revolución y las tiras cómicas que aparecen son bastante buenas. Se me pasan las horas allí, entre papel viejo, que a veces casi se deshace, el olor a cerrado y algún que otro nostálgico póster del Ché.